Cuidado de ancianos en Bilbao: cuando el cuidador es la esposa
Ayuda domiciliaria

Cuidado de ancianos en Bilbao: cuando el cuidador es la esposa

29-12-2014Diego

Motivos por los que se cuida a una persona mayor. Cuidado de ancianos en Bilbao

Hacer frente a la muerte de un abuelo puede ser una de las situaciones más dolorosas que debamos superar. Momentos en los que afloran recuerdos maravillosos, instantáneas fulgurantes del tiempo vivido con él, que permanecerá con nosotros por mucho tiempo. Algunas personas necesitarán más tiempo que otras para restablecer su vida con normalidad después de la muerte de un ser querido. Cuidado de ancianos en Bilbao.

Haz caso omiso a los comentarios relacionados con el tiempo necesario para superar un duelo.

Este proceso puede ser aún más complicado si es la primera vez que perdemos a un familiar, aunque tal vez, enfatizando, la persona posiblemente más afectada pueda ser la que estuvo a su lado, en lo próspero, en lo adverso, durante muchos años: su difunta esposa, la abuela.

“Que vuelva tu sonrisa, no la congoja por aquellos cuyo tiempo ha llegado”

¿Cómo la abuela soporto lo indecible en cuanto al cuidado del abuelo se refiere? ¿Qué motivos le impulsaron a luchar hasta el final?

Además es de reconocer, que en los momentos iniciales como cuidadores, pocas personas están preparadas para las responsabilidades y dificultades asociadas a la situación de cuidar a una persona mayor dependiente. Normalmente se auto-asigna como cuidador responsable, el miembro de la familia con mejor salud, ya que es más fácil aceptar la ayuda del marido o de la mujer que la ayuda de familiares, amigos.

La obligación transmitida de generación en generación, así como una muestra de cariño por los años de convivencia

La influencia creada por la sociedad, donde toda persona tiene un ineludible deber moral y el total desconocimiento del síndrome del cuidador, son fundamentalmente los motivos responsables por los que un miembro de la pareja sea el que tiene que dar ayuda y el otro el que la recibe.

Si un día su sonrisa desaparece, intervengamos hasta que vuelva

En la mayoría de las ocasiones, el influjo de las normas sociales y el roce de los años, hace que las mujeres cuidadoras se resistan a buscar o recibir ayuda de otros familiares, amigos, vecinos e, incluso, de organismos oficiales.

Además, afloran sentimientos de culpa tomándose el cuidado de su pareja como una manera de redimirse y de superar sentimientos pasados.

La nueva situación de dependencia busca, en otros contextos, recibir una aprobación social por parte del entorno familiar evitando las posibles recriminaciones o comentarios de amigos o conocidos en el caso de que no se cuidara al familiar en casa.

Estos motivos, y otros no mencionados, son por los que las mujeres, a menudo, acaban sobrecargándose de trabajo hasta el punto en que sufrir las consecuencias del llamado síndrome del cuidador.

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