“Doctora, mi madre está perdiendo la cabeza. Tiene manías con la limpieza, nos obliga a lavarnos las manos constantemente, y cree que la asistenta le roba el jabón o que el microondas es malo para el loro.”
Cuando una persona mayor empieza a mostrar signos de deterioro cognitivo o trastornos de comportamiento, es natural pensar en consultar a un especialista. Pero, ¿qué hacer si no quiere ir al neurólogo? Esta situación es más común de lo que pensamos, y en Domukea, expertos en asistencia a domicilio en Bizkaia, queremos ayudarte a afrontarla.
¿Se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado?
En casos de demencia o enfermedades neurológicas, es frecuente que la persona enferma no sea consciente de su situación. La negativa a acudir al especialista puede deberse al miedo, a la desconfianza o a la propia enfermedad.
No hay una solución mágica, pero sí pasos que pueden ayudar a abrir ese camino hacia el diagnóstico y tratamiento, siempre desde la comprensión y el respeto.
Cada día cuenta: el tiempo es clave
Con enfermedades como el alzhéimer o la demencia, cada día que pasa sin atención, el deterioro cognitivo puede avanzar y no recuperarse.
Por eso es crucial actuar cuanto antes para valorar la situación e iniciar un tratamiento que ralentice el proceso y mejore la convivencia familiar.
¿Qué pasos podemos seguir si rechaza ir al neurólogo?
- Consulta con su médico de cabecera: Puedes pedirle que valore su memoria “por precaución” durante una cita por otro motivo.
- Evita enfrentamientos: No fuerces. Muchas veces, la mejor estrategia es la empatía, no la imposición.
- Introduce el tema sutilmente: Algunos pacientes aceptan acudir a una consulta si se presenta como algo de rutina o un chequeo general.
- Busca apoyo profesional: Un servicio de asistencia a domicilio puede ayudarte a valorar la situación desde casa, sin agobios ni desplazamientos forzosos.
Otras opciones si la situación se complica
Si ninguna de estas estrategias funciona, puedes acudir a servicios sociales de tu municipio. Ellos pueden enviar una asistente social a domicilio para hacer una valoración inicial.
En casos extremos, se puede solicitar un ingreso involuntario a través del Juzgado de lo Civil. Es el último recurso, y se utiliza solo cuando hay un riesgo evidente para la persona o su entorno.
No estás solo. Podemos ayudarte desde casa
En Domukea, llevamos años trabajando con familias que atraviesan situaciones similares. Nuestro servicio de asistencia a domicilio en Bizkaia te proporciona acompañamiento, orientación y profesionales que saben cómo actuar con delicadeza ante estos casos tan sensibles.