Cuidado de personas mayores: una vida en el sofá
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Cuidado de personas mayores: una vida en el sofá

24-12-2013Diego

¡Niño, ayúdame a levantarme que no puedo solo! Cuidado de personas mayores

Recuerdo a mis abuelos sentados en el viejo sofá verde del salón. Era su lugar favorito donde veían no solo el televisor sintonizado a todo volumen, sino también la entrada y salida de sus nietos camino del jardín. El sofá mostraba las heridas propias del uso intenso. Su hundimiento era palpable. Si uno se sentaba, difícilmente conseguía erguirse sin ayuda. Cuidado de personas mayores.

Sillón puesta en pie con dos motores

Eran momentos de gloria. Uno se mostraba enorgullecido por semejante cometido. Debía ayudar tanto a mi abuelo como a mi abuela a levantarlos del hundido sofá. Por una vez podía mostrar que ya no era un insignificante mocoso, sino un pequeño joven con capacidades recién adquiridas.

Les cogía de los brazos y, ¡aúpa! Tiraba de ellos como si fuera lo único importante que me habían encomendado en la vida. Debido a su peso debía inclinar mi pequeño cuerpecito en sentido contrario a donde estaba el sofá  para ganar apoyo. Algunas veces, pero solo algunas veces, ya que el orgullo no permitía cometer errores, errábamos en la sincronización de movimientos. Entonces al unisonó, contábamos; uno, dos y arriba. ¡Maravilloso, lo había vuelto a conseguir!

El sillón se inclina hacia delante hasta la posición de puesta en pie

Han pasado muchos veranos desde aquello. Ahora, la juventud ha desaparecido, y las canas muestran la madurez de la vida. La figura de los abuelos ha sido sustituida por la de los padres. Los prodigios de la vida hacen que el mismo cometido siga existiendo.

El contexto es similar, mi padre hundido en su viejo sofá y mi madre intentando ayudarle a levantarse. Mi padre necesita varias intentonas para levantarse, ya que las fuerzas le empiezan a flaquear. Se ve que sus días de glorias lejos quedaron atrás. ¿Qué puedo hacer? Evidentemente, uno no puede estar todo el día dependiendo de si su padre necesita levantarse del sofá o no.

La posibilidad de adquirir un sofá puesta en pie que permita que una persona controlar la posición del sofá es una opción interesante. Este sillón funciona con 2 motores. Uno de ellos, hace que el sillón se incline hacia delante hasta la posición de puesta en pie, consiguiendo que sea más sencillo levantarse y sentarse del sillón. Con el mismo motor, el sillón vuelve a una posición convencional y continua saliendo el reposapiés hasta conseguir una posición de 90º con los pies elevados por encima de la altura de la cadera.

Con el segundo motor se controla la inclinación del respaldo, consiguiendo en combinación con el anterior, la posición deseada en cada momento. Gracias a su diseño permite permanecer cómodamente durante largos períodos de tiempo viendo la TV, leyendo, o simplemente descansando. En Domukea proporcionamos cualquier ayuda técnica que permita mejorar el bienestar de los mayores. Simplemente debe comentaros su problema, para proporcionarle una solución.

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