Cuidado de personas mayores: síndrome del cuidador quemado
Ayuda domiciliaria

Cuidado de personas mayores: síndrome del cuidador quemado

11-08-2017Leticia

En el mundo del cuidado de personas mayores, ojo con el síndrome del cuidador quemado

El cuidado de una persona mayor requiere, aparte de profesionalidad, mucha paciencia, así como también mucha psicología, dependiendo de si se tratan de pacientes con enfermedad que radica en el carácter de la persona, como puede ser el alzhéimer o la demencia senil. También puede resultar una experiencia gratificante para el cuidador, pero en lo que muchos no reparar, es que a largo plazo puede traerle consecuencias para su salud y puede llegar a sufrir ansiedad, estrés, depresión y frustración, denominándose como síndrome del cuidador quemado (proviene del inglés ‘burnout’). En este sentido, es fundamental darse cuenta de que igualmente es muy importante la salud del cuidador, y contratar a un profesional en el cuidado de personas mayores para el relevo.

Según los expertos, este síndrome empieza a aparecer cuando los cuidadores sufren alteraciones físicas o emocionales, así como muchos otros problemas que pueden hacer tambalear su vida.

Para entender un poco mejor este término, y tirando un poco de historia, fue mencionado por primera vez por el psicólogo estadounidense, Herbert J. Freudenberger en 1974. Este psicólogo realizó un estudio con un grupo de voluntarios que trabajaban en una clínica para ayudar a personas a abandonar las drogas. En su estudio concluyó que al cabo de un año de trabajo de estos voluntarios, éstos se encontraban muy agotados, al tiempo que se irritaban con facilidad, y en último caso, incluso desarrollaban una actitud despectiva hacia los pacientes.

Por otro lado, la psicóloga estadounidense Christina Maslach, en 1977, dio a conocer el término del síndrome del cuidador quemado en el Congreso anual de la Asociación Americana de Psicólogos (APA). Cuando trataba de definir este síndrome, lo hacía refiriéndose al profundo desgaste emocional y físico que sufren aquellas personas que cuidan a una persona dependiente. Estas circunstancias hacen que los cuidadores estén expuestos a situaciones de estrés de manera continuada, lo que hace que a largo plazo sufran ese síndrome del cuidador quemado.

Por este motivo, diferentes expertos han tratado de identificar y señalar algunos síntomas que nos permitan saber que estamos sufriendo este síndrome, o lo está sufriendo un cuidador que está a cargo de una persona dependiente, como puede ser un asistente que tengamos en casa para el cuidado de personas mayores. Cuanto antes nos demos cuenta, antes podremos buscar una solución para que el cuidador no termine agotado del todo, y en consecuencia, tenga que dejar un trabajo y de cuidar a la persona que lo necesita.

Detectar los síntomas del cuidador quemado

No siempre es fácil determinar cuándo se están sufriendo los síntomas de una enfermedad. En el caso del síndrome del cuidador quemado lo más fácil es que la mayoría se achaque todo al cansancio, puesto que muchos de estos cuidadores se encargan de personas mayores, las cuales requieren mucho tiempo y paciencia dependiendo de la situación de cada persona. Sin embargo, nos podemos fijar en algunas cosas para intentar prevenirlo.

En cuanto a los síntomas físicos que podemos observar cuando estas personas empiezan a sufrir este síndrome son el agotamiento y la fatiga, así como la disminución del apetito, dolores musculares, de cabeza, molestias digestivas y dificultad para dormir. Esto último se traduce también en que el cuidador tiene somnolencia durante el día y debido a ello puede empezar a abusar de bebidas con cafeína, el tabaco o incluso pastillas para conciliar el sueño.

Asimismo, tenemos que tener en cuenta aspectos emocionales que nos adviertan que el cuidador empieza a no estar bien, como puede ser cambios frecuentes de humor, dificultad para concentrarse o que tenga sentimientos de culpabilidad y tristeza.

Por otro lado, este síntoma también puede afectar a factores sociales, ya que puede producir en el cuidador aislamiento social y familiar, así como también puede empezar a tratar a otros miembros de la familia con menos consideración cuando antes no lo hacía.

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