Asistencia domiciliaria: mi madre no quiere que le ayude nadie II
Ayuda domiciliaria

Asistencia domiciliaria: mi madre no quiere que le ayude nadie II

14-08-2014Diego

El problema es que no quiere que nadie le ayude a nada, y mucho menos contratar una asistencia domiciliaria

En los últimos dos años ha notado como su madre ha empezado a discutir más de lo habitual y a llevar la contraria a todo lo que usted decía o hacía. El continuo hostigamiento cuando estaban juntas resultaba demoledor. Este efecto, resultaba aún más devastador cuando después parecía que no había sucedido nada. Como para proponerle contratar una asistencia domiciliaria...

No permite que nadie se entrometa en nada

Puede que su estado se deba a una depresión. Puede que sea una demencia senil avanzada, ya que ha perdido mucha memoria. Pero, ¿y si se trata de chantaje emocional?

El chantaje emocional es una manera de manipular muy poderosa por parte de las personas afectivamente cercanas que adopta la forma de una amenaza, directa o indirecta, mediante castigos de alguna manera si no hacemos lo que ellos quieren.

Suele haber una gran diferencia entre lo que su madre está haciendo con nosotros, y la forma cariñosa con que lleva a cabo esas mismas acciones frente a terceras personas.

Evidentemente, su madre le conoce muy bien y sabe cuáles son sus puntos débiles. Al saber que queremos su afecto y su aprobación, nos hostiga continuadamente para de alguna forma hacernos sentir que debemos ganarlos.

El precio que pagamos cuando se cede al chantaje emocional es enorme. Las palabras, comentarios, acciones y actitudes del chantajista nos hacen sentir desequilibrados, avergonzados y culpables.

Las personas que recurren al chantaje emocional no son conscientes de lo que hacen

Sabemos en el fondo, que las cosas así no funcionan bien, que tenemos que modificar la situación y, reiteradamente, nos prometemos que lo haremos, sólo para encontrarnos, una y otra vez, burlados y manipulados y lo que ocurre es que hemos vuelto a caer de nuevo en una trampa.

Una de las prácticas mas habituales para hacer frente a estos casos es proveerse de asistencia domiciliaria externa durante unas horas al principio, a fin de que no sea muy disruptivo para su madre, e irlas aumentando conforme su madre se vaya haciendo a la idea. Indudablemente, todo dependerá de la forma en que asimile la ayuda, pero cuanto antes se consiga, aunque al principio sea rechazada, mejor será a largo plazo para todos.

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